- Rafael Sánchez Ferlosio
- Rafael Sánchez Ferlosio escritor español, uno de los miembros más destacados de la narrativa española de la generación del 50, nacido en Roma el 4 de diciembre de 1927. Hijo del también escritor y político Rafael Sánchez Mazas y una italiana, estuvo casado con la también escritora Carmen Martín Gaite. Junto a autores como Jesús Fernández Santos, Alfonso Sastre, Carmen Martín Gaite o Ignacio Aldecoa fundó y colaboró en la Revista Española. Todos ellos compartieron una poética realista que presentaba notables influencias del neorrealismo italiano y Sánchez Ferlosio contribuyó con una de las obras más significativas de la historia de la literatura española de posguerra: El Jarama, (1955), si bien su primera novela fue Industrias y andanzas de Alfanhuí (1952), narración de sesgo fantástico en la que cuenta la historia de un niño expulsado de la escuela por escribir en un alfabeto ininteligible y que va componiendo su propia realidad a través de extrañas andanzas que lo alejan de la órbita de la norma y el castigo; la obra llamó la atención por la pulcritud de estilo y el interés argumental, aunque también porque no se supo deslindar si era un último ejemplo sublimado de la novela picaresca española o si era la primera muestra de castellana de realismo mágico. Sin embargo fue la novela El Jarama la que le supuso la consagración y la fama; con ella obtuvo el Premio Nadal en 1955 y el de la Crítica en 1956; narra dieciséis horas de la vida de once amigos un domingo de verano de excursión en las riberas del río que le da nombre en tres frentes, en la orilla del río y simultáneamente en la taberna de Mauricio -donde los habituales parroquianos beben, discuten y juegan a las cartas- y en una arboleda a orillas del Jarama en la que se instalan los excursionistas. Al acabar el día, un acontecimiento inesperado, el descubrimiento de una de las jóvenes ahogada en el río, colma la jornada de honda poesía y dota a la novela de su extraña grandeza, por contraste con el tono objetivo general en la novela donde nada sustancioso ocurre y solamente se describen y narran cotidianas minucias con una frialdad magnetofónica. Enmarcada entre dos pasajes de una descripción geográfica del curso del río Jarama, esta novela posee un realismo absoluto, casi conductista o behaviorista, en el que el narrador no se permite ni una mínima expansión sentimental o interpretativa, ni sondeo alguno en la psicología interna de sus personajes, y el lenguaje coloquial de los diálogos se encuentra presidido por el rigor más alto. Se ha querido interpretar, sin embargo, la novela como una narración simbólica o simbolista y desde luego representa un extraordinario contraste con su novela anterior.
Enciclopedia Universal. 2012.